Poco más de un año más tarde, la empresa donde estaba trabajando en ese momento lanzó un concurso de fotografía. Esto fue a sugerencia de R., un compañero de trabajo y buen amigo, también fotógrafo amateur, con quien atravesamos varios momentos allí, de los buenos y de los otros.
El título del concurso: "Paisajes de la Argentina". Una sola foto por empleado de la empresa. Los premios se anunciaban importantes, aunque serían comunicados más adelante, pero la idea era seleccionar las 10 primeras fotos para hacer gigantografías y decorar las oficinas.
Las fotos de paisajes son de las que más me gusta sacar. Recorrer lugares recónditos del país está entre mis pasatiempos favoritos... aunque limitado por detalles no menores como trabajo, hijos y disponibilidad de tiempo y plata.
Así que me costó un poco definirme por una sola foto. Había una que me gustaba mucho, pero era una foto "rara". No sabía si el jurado la valoraría o la descartaría sin más. Había otras que me gustaban también, aunque no tanto, pero que eran mucho más "convencionales".
Al final seguí mi instinto.
Y me fue bien.
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